domingo, 13 de febrero de 2011

Bueno chicas les traigo nuevas noticias, como se me hace muy dificil encontrar tiempo para publicar y ademas escribir para los dos blogs, me encontre una aliada, ella va a escribir algunos capitulos cuando yo no pueda, las ideas las seguire dando yo pero como ambas escribimos parecido ella me va a dar una ayudita, se llama Maqui Malave :D . Se que las tengo intrigadas con lo que paso con Armando pero tengo mucha inspiracion e.e, asi que se esta tornando largo creo que van a ser dos o tres partes. No dejen de comentar, se les quiere bye :*

miércoles, 2 de febrero de 2011

El Misterio de Armando. 17

Pasaron cuatro semanas desde la ruptura de Alex y Cristina, y como todos nos esperábamos se reconciliaron, Alex se calmo y llamo Cristina para pedirle perdón por su conducta y ella por supuesto acepto felizmente sus disculpas, entablaron una conversación en la que toda la culpa sobre el beso recaía sobre Armando, y mientras ellos se reconciliaban Armando sufría solo…
Eran las seis de la tarde de un viernes, yo estaba durmiendo mi siesta y me despertó un mensaje de texto de Daniel: “Despierta pelucha te espero en el parque”. Sonreí inevitablemente, gracias a la conexión mental que teníamos y que le había permitido saber que yo estaba durmiendo. A Daniel le habían quitado las muletas hace algunos días, pero le habían mandado a hacer ejercicios diarios para recuperarse por completo, así decidí que los fines de semana y días que tuviera libre lo acompañaría a dar caminatas en el parque de la residencia. Me vestí con una camisa blanca con corazones azules claro y grises, sin mangas, con tirantes que se cruzaban en la espalda, y una falda de boleros azul, del mismo color que los corazones, por ultimo me puse unas viejas muñequeras blancas “nike” que encontré, daba el aspecto de una jugadora de tennis.
-Vas con Daniel? – pregunto mi madre desde el estudio al verme bajar por las escaleras.
-Si – anuncie y luego cerré la puerta de la casa.
Al llegar cerca del parque vi a Daniel sentado en una de las bancas, estaba vestido con una simple camisa negra y blue jean, decidí sorprenderlo así que en lugar de ir directo hacia él lo rodee y lo sorprendí por detrás.
-Boo!! – exclame al mismo tiempo que lo empujaba suavemente.
-Ah… eres tu…hola – no parecía haberse asustado, ni siquiera un poco sorprendido. Lo note raro, así que me senté a su lado y pregunte.
-Que tienes? – Note que tenía ojeras enormes. – No has dormido bien?
-No… -Tomo aire como si fuera a decir algo más pero se quedo callado.
-Qué pasa? Son los exámenes atrasados?
-No, no, no es eso…
-Entonces que pasa?
-Estoy muy preocupado…
-Porque!? – Pregunte finalmente un poco irritada por tener que hacer tantas preguntas. Daniel solía ser siempre sincero conmigo así que me molestaba cuando se ponía misterioso. – Cuéntame, que pasa?
-Hay un problema en mi familia… - Lo mire fijamente como queriendo decir “No me hagas preguntar otra vez” – Paso algo muy malo ayer… - Hubo un silencio – Armando desapareció.
-Qué? Como que desapareció?
-Sí, Nadie sabe dónde está.
-Pero, cuando como paso? – Tomo aire como alguien que va a relatar una larga historia.
-Ayer mi tía la mama de Armando me llamo porque quería hablar con el
-Ósea que él estaba en tu casa? – lo interrumpí
-No! Ese es el problema nunca ha llegado a mi casa!, le dije a mi tía que él no estaba allí y entonces me conto que desde hace una semana que le había estado diciendo que estaba en mi casa, pero era mentira , y cuando mi tía lo llamo su celular sonaba apagado así que llamo a mi casa.
-Tú no tienes idea de donde este?- dije tratando de no perder la calma
-Prefiero no imaginármelo…
-Crees que haya sido por… eso
-No creo estoy seguro de que es por eso – Se levanto del asiento quedando de frente hacia a mi pero un poco más arriba – Rebecca necesito que me hagas un favor
-Que cosa? – me asusto el modo tan serio en que lo dijo
-Necesito que vengas conmigo a hablar con Cristina…
-Para qué? Si el que se perdió es Armando.
-Sí pero estoy seguro de que solo ella puede convencerlo de que vuelva.
-Porque? Tan grave así es el asunto?
-Créeme es peor de lo que parece – Aseguro.
-Entonces vámonos.
-Pero otra cosa…
-Qué?
-Necesitamos el carro de tu mama.
-Porque? No podemos usar el carro de la tuya
-No se lo pedí pero me dijo que no porque yo aun no puedo manejar, además tiene miedo de que vaya a buscarlo. –Tuve ganas de preguntar porque tenía miedo pero me quede callada, estaba ya cansada de hacer tantas preguntas.
-Entonces… Bueno vamos – Ambos empezamos a caminar hacia mi casa
-Tú conduces –Dijo
-Pero si yo no se manejar – suspiro
-Algún día te ensenare. – La conversación murió allí, seguimos caminando en silencio hasta llegar a mi casa. Tome las llaves del auto, mi mama hizo unas cuantas preguntas pero no se tomo nada muy enserio, al salir le entregue las llaves a Daniel.
-Toma
-Gracias pelucha… Y lo siento
-Porque?
-No sé, estoy estresado siento que te he tratado mal
-No te preocupes, yo entiendo. – Nos subimos al auto, al apretar el acelerador lo vi hacer un gesto de dolor. – Te duele?
-Solo un poco.- Arranco el auto, durante todo el camino no nos dijimos nada, tuve ganas de seguir preguntando cosas pero no quería parecer muy intensa con las preguntas, además Daniel ya parecía muy estresado.
Al llegar a casa de Cristina el reloj marcaba las 3:19, habían pasado 10 minutos exactos pero se me hizo más tiempo. Tocamos la puerta, Cristina abrió, no parecía nada sorprendida de que estuviéramos allí
-Estás sola? – Le pregunto Daniel
-Si
-Bien… - Cristina abrió la puerta por completo en señal de que entráramos. Los tres nos sentamos en la sala de la casa, todos nos quedamos en silencio.
-Crees que este en… - Comenzó Cristina después de unos minutos de silencio, pero Daniel no la dejo continuar.
-Si…
-Y Rebecca sabe…
-No… - Respondió con tono tajante, Cristina lo miro como tratando de decirle algo con la mirada, el mensaje era hasta ahora incomprensible para mí, lo que era obvio es que había algo que los dos me estaban escondiendo.
-Podrían decirme que es lo que pasa por favor? No tolero tanto misterio – Por fin reuní suficiente valor para hablar. Cristina y Daniel se miraron.
-Cuéntale tu… - Musito mi novio en un tono apenas audible. Cristina se giro hacia mi
-Ya Daniel te conto que Armando desapareció no?
-Si – respondí confundida
-Bueno la verdad es que tenemos una idea de donde pueda estar
-Enserio! Pero eso es bueno
-No!! Es malo – La mire confundida – Mira es una historia bastante larga así que presta atención. Hace anos Armando era un niño gordo
-Gordo? – Ok, pensé, esto es todo Cristina enloqueció
-Si gordo sabes inflado, lo fue más o menos como hasta los 13 anos.
-Qué tiene eso que ver?
-Tú solo escucha!! – Exclamo frustrada – Bueno la cosa es que desde pequeño a Armando lo molestaban mucho en el colegio por su peso y esa clase de cosas, hasta que un día tendríamos unos catorce años más o menos, nos dimos cuenta de que había rebajado de peso, al principio no le prestamos atención, pensamos que sería por dieta o ejercicio pero luego descubrimos de que el vomitaba a propósito, nos obligo a no decirle nada a sus padres pero… éramos niños por supuesto le contamos a su mama, ella investigó y descubrió que Armando había recurrido a la bulimia, así que se puso intensa lo obligaba a comer más de lo normal, lo vigilaba todo el tiempo, y bueno nosotros nos dábamos cuenta de lo que pasaba.
-Bulimia? Pensaba que eso solo le sucedía a las mujeres?
-Bueno si, en mujeres es más común pero también es posible que le pase a los hombres. La cosa es que a los quince Armando se puso mas rebelde y empezó a escaparse de casa resulta que cayó en la droga.
-Espera – La detuve – Armando era drogadicto?
-Si, por suerte ya lo dejo, pero aun es inestable y tememos que…
-Haya vuelto a drogarse – complete.
-Si - Concluyo Daniel.
 

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